Vinos: locura de los dioses, rojos apasionados que incitan a pecar

El rojo profundo de un buen vino, ese color que te invita a saborear el líquido que lo posee, es ese color el que te mantiene a la expectativa y con la boca deseosa de ser bañada con el alcohol que lo caracteriza. El sentido del gusto se prepara para ser el juez y el jurado de una bebida que, por milenios, fue la favorita de los grandes reyes y se ha mantenido entre las preferencias de los poderosos de hoy. El vino es una bebida alcohólica que puede ser disfrutada en muchos momentos del día y no sólo por una celebración; puede ser recomendado beberse una copa de vino al día ya que, según los expertos, es beneficiosa para la salud. ¿Será cierto, o sólo serán palabras vacías y sin fundamentos médicos de los ebrios?

            En realidad, sí es cierto que tomarse un vaso de vino al día o tomar un poco de vez en cuando de esa bebida de los dioses, es muy bueno para la salud. Según Medline Plus, las probabilidades de sufrir cardiopatías son menores cuando bebes un poco de vino, que cuando no tomas nada. Por supuesto se afirma que hay otras alternativas para evitar dolencias en nuestro cuerpo, pero cuando se es amante del vino, saber que una copa de este líquido rojo es milagrosa, no tiene precio.

El vino es una bebida que mejora con los años y que, gracias al cuidado hecho a la cosecha previa, el producto final puede ser ideal. Recordemos una película protagonizada por Keanu Reeves: Un Paseo por las Nubes; lo que sucede en el clímax de dicho film es el mejor ejemplo gráfico que se pudiera dar acerca el cuidado devoto de muchas familias para con su cosecha de uvas, y que esta es la herencia que recibirán sus generaciones futuras; protección y dedicación a trabajar para obtener la mejor calidad de lo que se espera. El vino que resulta de dicha cosecha es un regalo muy preciado y adorado.

El vino es ese rojo profundo apasionado que nos hace delirar. Entreguémonos entonces a los brazos de nuestro amor, con un mínimo de control y todo será perfecto en nuestro vivir.